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miércoles, 28 de marzo de 2018

PRIMEROS AUXILIOS ANTE UN PARTO DE URGENCIA

   Si eres un padre expectante o un taxista desprevenido, puede llegar el momento en el que tengas que atender un parto sin la ayuda de un profesional a la vista. No te preocupes. La gente se encuentra en este tipo de situaciones todo el tiempo. La mayor parte de lo que hay que hacer es ayudar a la madre a relajarse y dejar que su cuerpo haga todo el trabajo. A continuación, te brindamos algunos consejos para que te asegures de que todo salga lo mejor posible hasta que llegue la ayuda profesional.

PRIMERA PARTE: Preparación del Nacimiento

1) Pide ayuda. 

   Llama al servicio de emergencias. De esta manera, la ayuda llegará pronto si tienes que asistir al bebé tú solo y experimentas complicaciones en el proceso. Además, la operadora puede guiarte durante el parto o ponerte en contacto con alguien que pueda hacerlo.

     Si la madre tiene un médico o una partera, también debes contactar a esa persona. A menudo, el profesional médico puede permanecer en el teléfono para guiarte a largo de este proceso

2) Determina hasta qué punto ha progresado el trabajo de parto.

   La primera etapa se conoce como "latente", en la que el cuerpo se prepara para dar a luz dilatando el cuello del útero. Este proceso puede demorar bastante, en especial si se trata de una madre primeriza. La segunda etapa se conoce como "activa" y se produce cuando el cuello del útero está completamente dilatado.

   Las mujeres no deben experimentar tanto dolor o molestias durante esta etapa como en las etapas posteriores.
Si la madre está completamente dilatada y puedes ver la cabeza del bebé coronándose, ya se encuentra en la segunda etapa. Lávate las manos, sáltate la siguiente sección y prepárate para recibir al bebé.

3) Cronometra las contracciones.


   Mide el tiempo en el que se presentan las contracciones (desde el principio de una hasta el principio de la siguiente) y ten en cuenta cuánto duran. Mientras más tardan las contracciones en aparecer, se vuelven más uniformes, fuertes y próximas. A continuación, te mostramos lo que necesitas saber acerca de las contracciones:

   Las contracciones que se presentan cada 10 minutos o menos son una señal de que la madre ha entrado en trabajo de parto. Los médicos recomiendan comunicarse con el hospital cuando las contracciones se presentan cada 5 minutos, duran 60 segundos y además han estado ocurriendo durante una hora. Si este es el caso, es probable que te alcance el tiempo para llegar al hospital si vives cerca.
Las madres primerizas son propensas a dar a luz cuando las contracciones se presentan cada tres o cinco minutos y duran de 40 a 90 segundos, aumentando en fuerza y frecuencia al menos durante una hora.

  Si las contracciones se presentan cada dos minutos o menos, agárrate fuerte y prepárate para el parto, especialmente si la madre ya tiene otros hijos y el trabajo de parto fue rápido cuando los dio a luz. Además, si la madre siente como si fuera a tener una evacuación intestinal, probablemente el bebé se está moviendo a través del canal de parto presionando el recto y dirigiéndose a la salida.


4) Esteriliza tus brazos y manos.

a) Si estás usando joyas (como anillos o relojes), quítatelas. b) Lávate bien las manos con jabón antimicrobiano y agua tibia.
c) Frota tus brazos hasta llegar a tus codos. Si tienes tiempo, lávate las manos durante cinco minutos. Si no tienes tiempo para eso, lávate minuciosamente durante al menos un minuto.
d) Recuerda lavarte bien entre los dedos y debajo de las uñas. Utiliza un cepillo para uñas o un cepillo de dientes para limpiar debajo de tus uñas.
e) Utiliza guantes estériles si están disponibles. No utilices guantes para lavar platos porque probablemente están llenos de bacterias.
f) Para terminar (o en caso de que no tengas acceso a agua y jabón), utiliza alcohol o un gel desinfectante para manos a base de alcohol para matar cualquier bacteria o virus que pueda estar en tu piel. Esto ayuda a evitar que la madre o el bebé contraiga una infección.

5) Acondiciona el área para el parto.


   Ten todo lo que necesitas a la mano para que la madre se encuentre lo más cómoda posible. Todo quedará hecho un desastre, por lo que debes buscar un área que no te importe que se ensucie.

   Busca toallas y sábanas limpias. Si cuentas con una cortina para ducha de vinilo limpia o manteles impermeables limpios, utilízalos porque son excelentes para prevenir que la sangre y otros fluidos manchen los muebles o las alfombras. Si no te queda de otra, puedes utilizar papel periódico, pero te advertimos que no es muy higiénico.
Consigue una manta o algo cálido y suave para envolver al bebé. Una vez que nazca el bebé, debes mantenerlo caliente.

   Busca un par de almohadas. Probablemente tendrás que sostener a la madre mientras está pujando. Cúbrela con sábanas o toallas limpias.

   Llena un recipiente limpio con agua tibia y consigue unas tijeras, un pedazo largo de cuerda, alcohol, algodón y una pera de goma. Las toallas higiénicas o las de papel son útiles para detener el sangrado.

   Consigue un cubo en caso de que la madre sienta náuseas y tenga ganas de vomitar. También puedes conseguir un vaso con agua para la madre. El trabajo de parto es bastante pesado.


6) Ayuda a la madre a mantener la calma.

   Ella puede sentir pánico, acelerarse o avergonzarse. Haz todo lo posible por mantener la calma y tranquilizarte para que puedas ayudarla a relajarse.
Pídele a la madre que se desvista de la cintura para abajo. Dale una sábana o toalla limpia para que se cubra, si ella lo prefiere.

  Estimula su respiración. Evita la hiperventilación hablándole con voz baja y tranquilizadora. Dirige verbalmente su respiración. Indícale que debe inhalar por la nariz y exhalar por la boca de manera pareja y rítmica. Si tienen problemas con esto, toma su mano y respira profunda y lentamente junto con ella.

 Tranquilízala. Es muy probable que esta no sea la experiencia de parto que ella tenía en mente, por lo que podría estar preocupada por las posibles complicaciones. 
  
   Infórmale que la ayuda está en camino y que vas a asistirla lo mejor que puedas en el transcurso.
  
   Recuérdale que las mujeres han dado a luz fuera de los hospitales durante miles de años y que es posible hacerlo de manera segura.

   Sé empático con ella. La madre puede experimentar temor, enojo, vértigo o una combinación de estos sentimientos. Ponte en sus zapatos. No intentes regañarle ni discutir con ella.

7) Ayuda a la madre a encontrar una posición cómoda.


   Es probable que ella desee caminar o agacharse durante esta etapa del trabajo de parto, sobre todo cuando empieza a sentir las contracciones. Mientras comienza la transición a la segunda fase, probablemente deseará colocarse en una posición para dar a luz o probar diferentes posiciones. El cambio de una posición a otra puede facilitar el progreso del trabajo de parto, pero debes dejar que la madre decida lo que funciona mejor para su cuerpo. A continuación, te presentamos cuatro posiciones estándar y las ventajas y desventajas de cada una:

   En cuclillas. Esta posición aprovecha la gravedad y puede abrir el canal de parto en un 20 o 30 % más que otras posiciones. Si sospechas que el bebé está sentado (va a nacer con los pies por delante), sugiérele esta posición a la madre, ya que le das espacio al bebé para que gire. Puedes ponerte de rodillas detrás de la madre para ayudarla y apoyar su espalda.

   A gatas. En esta posición, el uso de la gravedad es neutral y puede ayudar a aliviar el dolor de espalda. La madre podría elegir esta posición instintivamente. Si la madre sufre de hemorroides, puede proporcionarle alivio del dolor. Colócate detrás de ella, si es necesario.
Acostada de lado. Esta posición hace que el descenso sea más lento a través del canal de parto, pero también produce un estiramiento más suave del periné y puede reducir la rotura. Haz que la madre se acueste de lado con las rodillas dobladas y levante la pierna superior. Es probable que necesite apoyarse sobre su codo.

   Posición de litotomía (acostada sobre su espalda). Esta es la posición que más se utiliza en los hospitales. La mujer debe recostarse sobre su espalda con las rodillas dobladas. Esta permite un acceso amplio para la persona que asiste a la madre, pero ejerce mucha presión sobre su espalda y no se considera una posición ideal. Además, puede hacer que las contracciones se vuelvan más lentas y dolorosas. Si la madre parece preferir esta posición, coloca algunas almohadas debajo de su espalda para aliviar el dolor.

SEGUNDA PARTE: Recibir al bebé

1) Guía a la madre mientras puja.

   No la animes a pujar hasta que sienta una presión irrefrenable de hacerlo. No debes gastar su energía y hacer que se agote demasiado pronto. Las mujeres están mejor dispuestas a pujar cuando experimentan una mayor presión cerca de la parte baja de la espalda, el perineo o el recto. Incluso puede sentir como si fuera a tener una evacuación intestinal. Cuando esté lista, puedes guiarla para que puje.
Pídele a la madre que se incline hacia adelante y meta la barbilla. De esta manera, ayudará al bebé a desplazarse a través de la pelvis. Mientras puja, puede ser útil que la madre sostenga sus rodillas o piernas con las manos y las jale hacia ella.

   El área alrededor de la vagina se abultará hasta que logres ver la parte superior de la cabeza del bebé (coronándose). Tan pronto como el bebé se corone, la madre debe pujar con más fuerza.

   Anímala a pujar suavemente entre las contracciones. Ella querrá pujar con fuerza en la cima de una contracción, pero esto no es lo ideal. Lo mejor es que le indiques que exhale a través de su boca en el punto más intenso de la contracción y empiece a pujar tan pronto como la contracción disminuye en intensidad.

  Indícale que utilice sus músculos abdominales para pujar hacia abajo, como lo hace cuando está tratando de hacer que la orina salga más rápido. Esto ayuda a evitar que la fuerza de empuje se dirija hacia arriba (hacia el cuello y la cara).

  Se consideran apropiados de tres a cuatro pujos (con una duración de 6 a 8 segundos cada uno) por cada contracción. Sin embargo, es importante animar a la madre a realizar lo que es más natural para ella.

  Continúa animándola a respirar lenta y profundamente. Puede controlarse el dolor en distinta medida a través de la relajación mental y concentrándose en respirar profundamente en lugar de entrar en pánico o distraerse con todo lo que está pasando. Todas las personas tienen diferentes niveles de control mental, pero es siempre beneficioso respirar lenta y profundamente durante el parto.

   Ten en cuenta que la mujer puede orinar o defecar durante el parto. Esto es normal y no es motivo de preocupación. Ni siquiera lo menciones porque podrías avergonzar a la madre.

2) Sostén la cabeza del bebé a medida que emerge.

 Este paso no es complicado, pero es importante. Presta especial atención a los siguientes consejos:
  • No hales la cabeza del bebé o el cordón umbilical, ya que podrías causar daño a los nervios.
  • Si el cordón se enrolla alrededor del cuello del bebé, levántalo suavemente por encima de la cabeza o aflójalo con cuidado para que el bebé pueda deslizarse a través del bucle. No jales del cordón.
  • Es natural (y de hecho deseable) que el bebé pase boca abajo a través de la pelvis. Si la cara del bebé está mirando hacia la espalda de la madre, no te preocupes. En realidad, esta es la mejor posición para dar a luz.
  • Si en vez de la cabeza observas los pies o el trasero saliendo primero, estás asistiendo un parto podálico. Consulta más adelante las instrucciones para esa situación.

3) Prepárate para recibir el cuerpo del bebé.

 Cuando la cabeza del bebé gira hacia un lado (que probablemente lo hará por su cuenta), prepárate porque el cuerpo saldrá con el siguiente pujo.

 Si la cabeza del bebé no gira sin ayuda, muévela suavemente desde un lado hacia la espalda de la madre. Esto ayudará a que un hombro salga con el siguiente pujo.

  Recibe el otro hombro. Levanta suavemente el cuerpo hacia el estómago de la madre para ayudar a que salga el otro hombro. El resto del cuerpo debe salir rápidamente después.

  Sostén siempre la cabeza. El cuerpo estará resbaladizo. Asegúrate de proporcionar suficiente soporte para el cuello del bebé, ya que no es lo suficientemente fuerte como para apoyar su cabeza por sí solo.

4) Maneja las complicaciones.

 Hasta este punto, todo debe haber salido bien y deberías tener un bebé sano en tus brazos. Sin embargo, si el alumbramiento parece estancado, puedes hacer lo siguiente:
  • Si después de que la madre puja tres veces sale la cabeza y el resto del cuerpo no, haz que se recueste sobre su espalda y coloca dos almohadas debajo de su trasero. Indícale que debe sostener sus rodillas contra su pecho y que puje con fuerza en cada contracción.
  • Si los pies salen primero, consulta la sección de parto podálico que te presentamos a continuación.


5) Sostén al bebé para que drenen los fluidos en su boca y nariz.

  Sostén al recién nacido con ambas manos, utilizando una para apoyar su cabeza y cuello. Inclina la cabeza hacia abajo en un ángulo de 45 grados para hacer que los fluidos drenen. Los pies deben estar ligeramente por encima de la cabeza, pero no sostengas al bebé por los pies.

   Puedes limpiar la mucosidad o el líquido amniótico del área de la nariz y la boca utilizando una gasa o un paño esterilizado y limpio.

6) Coloca al bebé sobre el pecho de la madre.

  Asegura un contacto total entre sus pieles y cúbrelos a ambos con toallas o mantas limpias. El contacto piel con piel estimula la producción de una hormona llamada oxitocina, que ayuda a la madre a expulsar la placenta.

   Coloca al bebé de manera que su cabeza quede todavía un poco más abajo que el resto de su cuerpo para que los fluidos continúen drenando. Si la madre se ha quedado recostada, observarás que la cabeza del bebé descansa sobre su hombro y su cuerpo sobre su pecho, ya que esto ocurre de manera natural.

7) Asegúrate de que el bebé esté respirando.

  El bebé debe llorar ligeramente. Si no es así, puedes tomar algunas medidas para asegurarte de que las vías respiratorias no estén obstruidas.

   Frota el cuerpo. El contacto físico ayuda al bebé a respirar. Frota sobre su espalda firmemente con una manta mientras aún se encuentra sobre el pecho de la madre. Si eso no sirve, voltea al bebé para que mire hacia el techo. Inclina su cabeza hacia atrás para enderezar las vías respiratorias y continúa frotando su cuerpo. Probablemente no llore, pero al hacer esto te aseguras de que el bebé reciba el aire que necesita.

  Retira manualmente los fluidos. Si el bebé se atraganta o se vuelve azul, retira los fluidos de la boca y la nariz utilizando una manta o un paño limpio. Si eso no funciona, presiona la pera de goma para que se le salga el aire y coloca la punta sobre la nariz o la boca. Suelta la pera para que succione el fluido. Repite este procedimiento hasta que elimines todo el fluido. Debes vaciar la pera en cada uso. Si no cuentas con una pera de goma, puedes utilizar un sorbete.

   Dale una palmada al bebé como último recurso. Si nada más te ha funcionado, prueba agitando las plantas de los pies del bebé utilizando tus dedos o golpeándolo suavemente en las nalgas.

  Si nada de esto ayuda, realízale una reanimación cardiopulmonar al bebé.

TERCERA PARTE: Asistir un parto podálico

1) Comprende que un parto podálico es poco probable. 

   Usualmente es la cabeza del bebé la que encaja primero en el canal vaginal durante el parto, pero en algunos casos lo hacen los pies o las nalgas.

2) Coloca a la madre en posición.

   Indícale que se siente en el borde de una cama o cualquier otra superficie y coloque sus piernas contra su pecho. Coloca almohadas o mantas en el lugar en el que probablemente caerá el bebé, solo por precaución.

3) No toques al bebé hasta que salga la cabeza.

  Observarás la parte posterior e inferior colgando hacia abajo y querrás sujetarlas, pero no lo hagas. Evita tocar al bebé hasta que salga la cabeza. Si lo tocas antes podrías estimularlo a jadear mientras la cabeza aún se encuentra sumergida en el líquido amniótico.
Asegúrate de que la habitación sea cálida ya que un descenso en la temperatura también podría estimular al bebé a jadear.

4) Sujeta al bebé.

 Una vez que salga la cabeza, sujeta al bebé debajo de los brazos y entrégaselo a su madre. Si la cabeza no sale después de los brazos y la madre sigue pujando, haz que se ponga en cuclillas y puje.

CUARTA PARTE: Expulsión de la placenta

1) Prepárate  para recibir la placenta.

   Expulsar la placenta es la tercera etapa del parto. Esta sale entre unos pocos minutos y una hora después de que nace el bebé. La madre probablemente tendrá ganas de pujar al cabo de unos minutos, lo cual es muy útil.
Coloca un recipiente cerca de la vagina. Justo antes de que emerja la placenta, saldrá sangre de la vagina y el cordón se alargará.

   Haz que la madre se siente y puje la placenta dentro del recipiente.

   Frota el estómago de la madre por debajo de su ombligo firmemente para ayudar a frenar la hemorragia. Podría sentir dolor, pero es necesario hacerlo. Continúa frotando hasta que el útero se sienta como una toronja grande en la parte baja del abdomen.

2) Deja que la madre amamante al bebé.

  Si el cordón no se ve demasiado ajustado, haz que la madre amamante al bebé tan pronto como sea posible. Esto ayudará a estimular una contracción para expulsar la placenta. Además, puede ayudar a retardar el sangrado.

  Si amamantar al bebé no es una opción, estimula los pezones para ayudar a estimular la expulsión de la placenta.

3) No jales el cordón umbilical.

  A medida que la placenta va saliendo, no hales el cordón para que salga por completo. Deja que salga por sí solo mientras la madre puja. Si lo jalas podrías causar daños graves.

4) Coloca la placenta en una bolsa.

 Una vez que salga toda la placenta, colócala en una bolsa de basura o un contenedor con tapa. Solo si la madre acude a un hospital, el médico inspeccionará la placenta para detectar anomalías.

5) Decide si vas a cortar el cordón.

   Sólo debes cortar el cordón umbilical si la ayuda profesional se encuentra en camino. De lo contrario, déjalo como está y solo asegúrate de que el cordón no esté ajustado.

  Si necesitas cortar el cordón, primero debes tocarlo suavemente para sentir el pulso. Luego de unos diez minutos, el cordón dejará de pulsar porque la placenta se ha separado. No lo cortes antes de que eso suceda.

  No existen terminaciones nerviosas en el cordón umbilical, por lo que no debes preocuparte por el dolor. Ni la madre ni el bebé sentirán dolor cuando lo cortes. Sin embargo, el cordón estará resbaladizo y será difícil de manejar.

   Amarra una cuerda alrededor del cordón, a unos 7,6 cm (3 pulgadas) del ombligo del bebé. Haz un nudo doble para amarrarlo firmemente.

   Amarra otra cuerda a aproximadamente 5 cm (2 pulgadas) de distancia de la primera. Nuevamente, haz un nudo doble.
Utiliza un cuchillo o unas tijeras (previamente sumergidas en agua hirviendo durante 20 minutos o esterilizadas con alcohol) para cortar entre ambas cuerdas. No te sorprendas si el cordón está gomoso y es difícil de cortar. Tómate tu tiempo para realizar esto.

   Una vez que cortes el cordón, cubre al bebé nuevamente.

QUINTA PARTE: Cuidado de la madre y el bebé

1) Mantén cálidos y cómodos a la madre y al bebé.

   Cúbrelos a ambos con mantas e indícale a la madre que mantenga al bebé sobre su pecho. Cambia la ropa de cama húmeda o sucia y trasládalos a un lugar limpio y seco.

   Controla el dolor. Coloca una compresa de hielo sobre la vagina de la madre durante las primeras 24 horas para aliviar el dolor muscular. Ofrécele paracetamol o ibuprofeno si no es alérgica a estos medicamentos.

  Ofrécele comidas y bebidas ligeras. Evita las bebidas gaseosas y los alimentos grasos o azucarados, ya que estos podrían causarle náuseas. Algunas buenas opciones son tostadas, galletas o sándwiches ligeros. La madre puede rehidratarse con una bebida deportiva que contenga electrolitos.

   Colócale un pañal al bebé. Asegúrate de colocárselo por debajo del cordón umbilical. Si el cordón cortado huele mal (señal de una infección), límpialo con alcohol hasta que el olor desaparezca. Si tienes un gorro pequeño, colócaselo al bebé para que no se resfríe.


2) Masajea el útero a través del abdomen.


   En ocasiones, los partos inesperados pueden provocar hemorragias, lo cual ocurre en el 18 % de los casos. Para prevenir esto, puedes masajear firmemente el útero. Si notas un flujo de sangre significativo después de que la placenta haya sido expulsada, realiza lo siguiente:
  • Coloca una mano (limpia) en el interior de la vagina. Coloca la otra debajo del abdomen de la madre. Luego, utiliza esta para aplicar presión contra el útero mientras haces lo mismo también con la colocada en el interior.
  • También puedes hacer movimientos de apretujamiento firmes y repetitivos con la mano ubicada debajo del abdomen de la madre sin colocar la otra en el interior de su vagina.

3) Haz que la madre prevenga una infección mientras va al baño.


  Indícale a la madre que vierta agua tibia sobre la vagina cada vez que orine con el fin de mantener limpia esa área. Si es necesario, ayúdala a verter el agua utilizando un frasco limpio.

   Si tiene ganas de defecar, haz que coloque una almohadilla o toalla limpia contra su vagina mientras puja.

   Ayuda a la madre si necesita orinar. Es bueno que ella vacíe su vejiga, pero debido a que ha perdido mucha sangre es mejor que lo haga en un bacín o sobre un paño que puedas deslizar debajo de ella para que no tenga que levantarse.

4) Busca atención médica lo más pronto posible.


 Una vez que el parto haya terminado, acude al hospital más cercano o espera a que llegue la ambulancia.

CONSEJOS:
  • No te alarmes si el bebé luce un poco de azul cuando nace (o si no llora de inmediato). La complexión del bebé se parecerá a la de la madre una vez que empiece a llorar, pero las manos y los pies podrían seguir luciendo azules. Basta con sustituir la toalla mojada por una seca y colocarle un gorrito en la cabeza al bebé.
  • Si no tienes otra cosa a la mano, utiliza camisas o toallas para calentar al bebé y a la madre.
  • Si estás embarazada o eres un padre expectante, asegúrate de considerar la posibilidad de dar a luz mientras planeas viajes o actividades cerca de la fecha de parto. Además, asegúrate de llevar suministros de emergencia en el auto (como jabón, gasas y tijeras esterilizadas, sábanas limpias, etc.). Consulta la sección “Cosas que necesitarás” que se encuentra líneas abajo.
  • Si deseas esterilizar una herramienta para cortar el cordón umbilical, límpiala con alcohol o colócala en agua hirviendo.
  • Si la madre entra en trabajo de parto, no dejes que vaya al baño. Ella puede tener ganas de defecar, pero muy probablemente esta sensación es causada por el bebé, ya que al cambiar de posición ejerce presión sobre el recto. Es normal que ella sienta este impulso a medida que el bebé se mueve a través del canal de parto justo antes de dar a luz.



ADVERTENCIAS:
  • No limpies a la madre o al bebé con productos antisépticos o antibacterianos a menos que no cuentes con agua y jabón o se produzca un corte externo.
  • Estas instrucciones no pretenden sustituir la ayuda de los profesionales médicos capacitados. Tampoco es una guía para planear un parto en casa.
  • Limpia y esteriliza a la madre, el área de parto y a ti mismo lo más que puedas. El riesgo de contraer una infección es alto tanto para la madre como para el bebé. No estornudes ni tosas cerca del área de parto.


COSAS QUE NECESITARÁS

  • Una pera de goma para bebés (hecha de plástico suave, no debe ser un aspirador nasal ya que la punta de plástico no encajará en la nariz del bebé)
  • Una botella pequeña de alcohol isopropílico
  • Una caja de guantes de plástico o látex desechables
  • Una cuerda o cordones de zapatos (para amarrar el cordón umbilical)
  • Tijeras afiladas (para cortar el cordón umbilical)
  • Una compresa fría instantánea (que se enfría al exprimirla)
  • Botellas de agua caliente (para mantener al bebé caliente)
  • Pañales desechables
  • Una barra pequeña de jabón antibacteriano o un gel desinfectante para manos
  • Cuatro mantas de algodón para bebé
  • Un gorrito para recién nacido
  • Cuatro toallas
  • Un paño
  • Una bandeja (para la placenta)
  • Mantas para mantener caliente a la mamá
  • Almohadas
  • Cinco bolsas grandes de basura para colocar la ropa sucia
  • Dos bolsas medianas de basura para colocar la placenta
  • Instrucciones para realizar una reanimación cardiopulmonar a adultos y bebés
  • Información de contacto de Urgencia


   FUENTE:
"Cómo asistir un Parto". es.wikihow.com. 28 de marzo de 2018. http://es.wikihow.com/asistir-un-parto.

miércoles, 14 de marzo de 2018

QUÉ HACER ANTE UN ATAQUE DE ASMA

Asma

   Es una enfermedad que provoca que las vías respiratorias se hinchen y se estrechen. Esto hace que se presenten sibilancias, dificultad para respirar, opresión en el pecho y tos.

   Más de 300 millones de personas sufren de asma en el mundo según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y estiman que murieron 255 mil personas por complicaciones relacionadas con el asma.


Causas

   El asma es causada por una inflamación (hinchazón) de las vías respiratorias. Cuando se presenta un ataque de asma, los músculos que rodean las vías respiratorias se tensionan y el revestimiento de dichas vías aéreas se inflama. Esto reduce la cantidad de aire que puede pasar a través de estas.

   En las personas con vías respiratorias sensibles, los síntomas de asma pueden desencadenarse por la inhalación de sustancias llamadas alérgenos o desencadenantes.



   Los desencadenantes comunes del asma incluyen:
  • Animales (caspa o pelaje de mascotas)
  • Ácaros del polvo
  • Ciertos medicamentos (ácido acetilsalicílico o aspirin y otros AINES: ANTI-INFLAMATORIOS NO ESTEROIDALES).
  • Cambios en el clima (con mayor frecuencia clima frío)
  • Químicos en el aire o en los alimentos
  • Ejercicio
  • Moho
  • Polen
  • Infecciones respiratorias, como el resfriado común
  • Emociones fuertes (estrés)
  • Humo del tabaco
  Muchas personas con asma tienen antecedentes personales o familiares de alergias, como la fiebre del heno (rinitis alérgica) o eccema, mientras que otros no tienen tales antecedentes. 

Síntomas

   La mayoría de las personas con asma tienen ataques separados por períodos asintomáticos. Algunas personas tienen dificultad prolongada para respirar con episodios de aumento de la falta de aliento. Las sibilancias o una tos puede ser el síntoma principal.

   Los ataques de asma pueden durar de minutos a días y se pueden volver peligrosos si se restringe el flujo de aire de manera importante.

   Los síntomas del asma incluyen:
  • Tos con o sin producción de esputo (flema)
  • Retracción o tiraje de la piel entre las costillas al respirar (tiraje intercostal)
  • Dificultad para respirar que empeora con el ejercicio o la actividad
  • Sibilancias
   Los síntomas de urgencia que necesitan atención médica oportuna incluyen:
  • Labios y cara de color azulado
  • Disminución del nivel de lucidez mental, como somnolencia intensa o confusión, durante un ataque de asma
  • Dificultad respiratoria extrema
  • Pulso rápido
  • Ansiedad intensa debido a la dificultad para respirar
  • Sudoración
   Otros síntomas que pueden ocurrir:
  • Patrón de respiración anormal, en el cual la exhalación se demora más del doble que la inspiración
  • Paro respiratorio transitorio
  • Dolor torácico
  • Opresión en el pecho
Pruebas y exámenes

   El proveedor de atención médica utilizará un estetoscopio para auscultar los pulmones. Se pueden escuchar sibilancias u otros sonidos relacionados con el asma.

   Los exámenes que se pueden ordenar incluyen:
  • Pruebas de alergias: Examen de sangre o piel para ver si una persona con asma es alérgica a ciertas sustancias.
  • Gasometría arterial: normalmente se lleva a cabo con pacientes que están sufriendo un ataque de asma grave.
  • Radiografía de tórax.
  • Pruebas de la función pulmonar, incluso mediciones de flujo máximo.
Tratamiento.

   Los objetivos del tratamiento son: 
  • Controlar la inflamación de las vías respiratorias.
  • Evitar las sustancias que desencadenen los síntomas.
  • Ayudarle a que pueda realizar las actividades normales sin síntomas de asma.
  • Usted y su médico deben colaborar en equipo para manejar el asma. Siga las instrucciones del médico con respecto a tomar los medicamentos, eliminar los desencadenantes del asma y vigilar los síntomas.

MEDICAMENTOS PARA EL ASMA

   Existen dos clases de medicamentos para el tratamiento del asma:
  • Medicamentos de control para ayudar a prevenir ataques.
  • Medicamentos de alivio rápido (rescate) para uso durante los ataques. Éstos incluyen:
    • Broncodilatadores de acción corta (inhaladores).
    • Esteroides orales (corticoesteroides) cuando tenga un ataque de asma que no se alivie.

  • Medicamentos de acción prolongada, también denominados medicamentos de mantenimiento o de control. Se utilizan para prevenir los síntomas en personas con asma de moderada a grave. Usted debe tomarlos todos los días para que hagan efecto. Tómelos incluso cuando se sienta bien. Algunos de estos medicamentos se inhalan como los esteroides y los beta-agonistas de acción prolongada. Otros se toman por vía oral. El médico le recetará el medicamento apropiado.
  • Medicamentos de alivio rápido, también se denominan medicamentos de rescate y se toman:
  1. Cuando está tosiendo, jadeando, teniendo problemas para respirar o experimentando un ataque de asma.
  2. Justo antes de hacer ejercicio para ayudar a prevenir síntomas de asma que son causados por esta actividad.
   Coméntele al médico si usted está usando medicamentos de alivio rápido dos veces por semana o más. Si este es el caso, es posible que el asma no esté controlada y que su médico necesite cambiar la dosis diaria de los medicamentos de control.

   Un ataque de asma grave requiere un chequeo médico. Usted también puede necesitar hospitalización. Allí probablemente le administrarán oxígeno, asistencia respiratoria y medicamentos intravenosos.

CUIDADO DEL ASMA EN CASA.
  • Conozca los síntomas de asma de los que debe cuidarse.
  • Aprenda cómo tomar la lectura de su flujo máximo y lo que significa.
  • Conozca cuáles desencadenantes empeoran el asma y qué hacer cuando esto sucede.
  • Conozca cómo debe cuidar su asma al ejercitarse.
  • Los planes de acción para el asma son documentos escritos para manejar esta enfermedad. Un plan de acción para esta enfermedad debe incluir:
  • Instrucciones para tomar medicamentos cuando esté estable.
  • Una lista de desencadenantes del asma y cómo evitarlos.
  • Cómo reconocer cuando el asma está empeorando y cuándo llamar al médico o al personal de enfermería.
  • Un espirómetro es un dispositivo simple para medir qué tan rápidamente puede usted sacar el aire de los pulmones. Lo puede ayudar a saber si se aproxima un ataque, algunas veces, incluso antes de que aparezca cualquier síntoma. Las mediciones de flujo máximo pueden ayudar a mostrar cuándo se necesita el medicamento o si es necesario tomar otra medida. Los valores de flujo máximo del 50% al 80% de los mejores resultados son un signo de un ataque de asma moderado, mientras que los valores por debajo del 50% son un signo de un ataque grave.
Expectativas (pronóstico).

   No existe cura para el asma, aunque los síntomas algunas veces disminuyen con el tiempo. La mayoría de las personas pueden llevar una vida normal con automanejo y tratamiento médico apropiado.

Posibles complicaciones.

   Las complicaciones del asma pueden ser severas. Algunas son:
  • Muerte
  • Disminución de la capacidad para hacer ejercicio y tomar parte en otras actividades
  • Falta de sueño debido a síntomas nocturnos
  • Cambios permanentes en la función pulmonar
  • Tos persistente
  • Dificultad para respirar que requiere asistencia respiratoria (respirador)
¿Cuándo contactar a un profesional médico?
  1. Solicite una cita con su médico si se presentan síntomas de asma.
  2. Llame a médico o acuda a la sala de urgencias si:
  • Un ataque requiere más medicamento de lo recomendado.
  • Los síntomas empeoran o no mejoran con el tratamiento.
  • Se presenta dificultad respiratoria al hablar.
  • La medición del flujo máximo es de 50 a 80% de la mejor medición personal.

Uso del medidor de flujo espiratorio máximo (Primera parte)   Medidor del flujo máximo


   Llame a una Ambulancia o acuda al servicio de emergencias si se presentan los siguientes síntomas:
  • Somnolencia o confusión.
  • Dificultad para respirar grave en reposo.
  • La medición del flujo máximo es menor de 50% de la mejor medición personal.
  • Dolor torácico intenso.
  • Coloración azulada de los labios y la cara.
  • Dificultad respiratoria extrema.
  • Pulso rápido.
  • Ansiedad intensa debido a la dificultad respiratoria.
Prevención

   Los síntomas de asma se pueden reducir sustancialmente evitando los desencadenantes y las sustancias que irritan las vías respiratorias.
  • Cubra las camas con fundas "a prueba de alergias" para reducir la exposición a los ácaros del polvo.
  • Quite los tapetes de las alcobas y aspire regularmente.
  • Use sólo detergentes y materiales de limpieza sin fragancia en el hogar.
  • Mantenga los niveles de humedad bajos y arregle las fugas para reducir la proliferación de organismos como el moho.
  • Mantenga la casa limpia y conserve los alimentos en recipientes y fuera de los dormitorios. Esto ayuda a reducir la probabilidad de cucarachas. Las partes del cuerpo de las cucarachas, así como sus deposiciones pueden desencadenar ataques de asma en algunas personas.
  • Si una persona es alérgica a un animal que no se puede sacar de la casa, este debe mantenerse fuera de la alcoba. En las salidas de la calefacción, coloque un material de filtro para atrapar la caspa animal. Cambio los filtros en los calentadores y aires acondicionados a menudo.
  • Elimine de la casa el humo del tabaco. Esta es la medida más importante que una familia puede tomar para ayudar a alguien que tenga asma. Fumar fuera de la casa no es suficiente. Los miembros de la familia y visitantes que fuman afuera transportan residuos del humo del tabaco hacia adentro en sus ropas y cabello, lo cual puede desencadenar síntomas de asma. Si usted fuma, este es un buen momento para dejarlo.
  • Evite la contaminación atmosférica, el polvo industrial, y otros vapores irritantes tanto como sea posible.

FUENTE:
  • Asma. nlm.nih.gov. 4/21/2015. 14 de Marzo de 2018. https://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/000141.htm